Dame la fuerza de la piedra del pasado
y yo te daré las alas del futuro,
porque están en mi poder

1825 días son 5 años
sin lulo
sin gradientes de verdor
sin el olor del mango maduro
sin el abrazo del viejo amigo
sin mi Pacifico
sin la mano afectiva de mi padre
sin mi poza favorita del pance
sin los cines de barrio
sin empanadas ni cajas de arroz chino
sin conversaciones eternamente banales
sin la mirada alegre de los niños
sin la brisa de las 5 de la tarde
sin los helados de palito
sin el bullicio de la plaza de Caicedo
sin las cometas de la loma de la cruz

1825 días son 60 meses
lo que suman
semanas de soledad
-Crecer-
horas de multitud
días de encuentro
-Fuerza-
segundos de introversión
atardeceres desconocidos
-Son-Risas-
ríos de aguas calinas
nuevos mundos
anhelos

1825 días son 43800 minutos
con kiwis
con gradientes de ocres
con la sonrisa del desconocido
con mi meandro favorito del Alcanadre
con el extenso paisaje árido
y la montaña que en invierno se viste de novia
con los viajes en furgoneta
con los amigos de verano, de otoño, de invierno, de primavera
y con los que no caducan

Son cinco años ya... y de alguna manera quería agradecer a los de aquí, a los de allá y acullá. A los de aquí que me han soportado y apoyado desde un inicio al buen amigo Christian (complejo pero incondicional), a los que se convirtieron en familia Germán, Stella, Los Peribañez, a las primeras en abrirme su mundo Pili y Noe, a su palacio y a las horas dedicadas a arreglar el mundo. A los Colombianos Guerreros por su luz, Felipe, Vane y Maria C quienes desde la distancia abrieron sendero con su experiencia. A los que ya estaban Karina, Katherine, Joana (Catalana de cepa pero con profundo corazón latino) y a su clan BCN. A los de ZGZ Valentina mi italiana favorita, a Cristina, la espontánea Raquel, Vicky con su yoga, Marturrikis compañera de aventuras y de sueños. A los de HU la afectiva Anita, la artista Belén, Cristina (perdida en Francia o algún otro puerto), Jara, Zuberoita y su energía roja, al preocupado y excelente David con su mano abierta y sus conversaciones alrededor de su maravillosa tortilla de patata, al malabarista Darío, a Joaquín, al bacalao de su abuela y su furgo, a la entrañable Tere viajera de la vida sin rumbo con una sonrisa y un abrazo para compartir siempre, a Ester académica y pragmática, y al Sr. Luis por estar ahí en silencio. A la estupendas conversaciones sobre cualquier cosa con Leyre a nuestros bailes y nuestras montañas, a su libertad y su energía. A Nahika por años de felicidad, por permitirme soñar y estar aquí, a mis vascas favoritas Lunita mujer de soles y Maria mujer mujer. A Mikel y Alba por ser familia de todos los días y por cuidarme cada uno a su estilo. A los nuevos amigos; la maravillosa Laura y su sushi, Rakel y Sandra, Pepa y Juan. A los amigos de la noche cuyos nombres son innumerables pero con los que he pasado momentos muy agradables. A l@s anarquist@s del ateneo libertario y a los okupas de la montaña, a los cinéfilos y a los hedonistas. A los que he encontrado y luego perdido. Seguro que se me queda alguien importantísimo que en un momento de olvido no ha sido incluido, a esa persona gracias por estar ahí. A los de allá, que son tantos o somos tantos que estamos y que somos, que estuvimos pero que ahora seguimos siendo... y estando Mis padres, y mi familia –los que somos-, los hermanos de sangre; P3r3x, Riverita, Oscar, Alejo, Adrián, Henao, JJ, Leo, Mauro. Mis adoradas amigas poseedoras de profundos encantos en dosis exactas, almas que me arrancan una profunda sonrisa y con quienes comparto múltiples complicidades Gloria, Margara, Tere, Laura, Andreita, Paula, Lore, Lenteja atómica, Martica –viva la france-, mi Cata, Ana, Luisa, Sarita, Geo, Tatiana, Diana, Cacuen, Karo, Marciana, Carmentea, Ana, Marta, Yor, Sophie & Sphie, Angela, Fernandita, y ahora si que estoy seguro que se me quedarán muchos nombres olvidados debidos tan solo a mi senil edad, a ellos gracias por permitirme ser, por dejarme pertenecer a vuestro imaginario, por vuestro apoyo, por las sonrisas, los besos robados y las alegrías de ayer, de hoy y del futuro. Y ya que este es un mensaje súper-rosa como no finalizar con un les quiero.