Friday, October 13, 2006


Y fue entonces cuando las palabras dejaron de ser esquivas
Encontrando detrás de tu profundo mirar
A una viajera de ultramar
Una hiladora de afectos
Una tejedora de sonrisas
Una amante de navíos cargados de utopías

Brindo por ese instante fútil
Por esa fracción eterna
Por ese segundo perdido en la memoria del infinito

Marinera de océanos indómitos nunca dejes de perseguir tus más utópicos sueños.

Thursday, October 12, 2006


Es ese sabor que me queda en la boca
¿dulce o amargo?
Es saber que solo estas en recuerdos
Permanentemente ausente
Desaparecida entre pretéritas nebulosas

Es ese escozor dentro que me hace recordar el olor de tu cabello
el juego de tus labios al pronunciar mi nombre
es ese dolor que me invade al saber que me has convertido en olvido
ese sabor en la boca
dulce o amargo
Amargo i dulce
Amargo como tu sonrisa
Dulce como tus lagrimas

Perdido en tus recuerdos es ahora cuando
descubro la identidad de este escozor,
tu melancolía,
la he convertido en mía.

Podría ser la perfección –imagen para ojos divinos-
un mundo que acaece y basta
el mudo existir de agua y tierra
obra acabada y exacta
verdad –verdad-
pero una vez más es la redentora semilla del hombre la que atasca el mecanismo de este paraíso, una bagatela la que basta por si sola para suspender todo el enorme despliegue de inexorable verdad,
una nadería,
pero clavada en la arena,
imperceptible desagarro en la superficie de ese santo icono,
minúscula excepción depositada sobre la perfección de la playa infinita.
Viéndolo de lejos, no sería más que un punto negro: en la nada, la nada de un hombre y su existencia.