Una nota que recorre tantos kilómetros sin perder su semántica no responde a lo azaroso del proceso sino más bien al sentimiento de profundo afecto que une mis letras en un deseo inmenso; que los hilos de nuestras vidas se regocijen entrelazándose reiterativamente una y otra vez hasta encontrar un equilibrio dinámico...

Hace un par de días escribí esa frase, pero reflexionando en ella descubrí lo utópico de mis letras, proporcionales a la distancia que nos separa...

y la utopía como concepto per se...
escapa a la realidad

Es entonces cuando todo pasa a ser un problema de precisamente cuando...
no se cuando nuestras miradas se vuelvan a cruzar
no se cuando tus palabras rompan la homogeneidad del espacio
y acaricien mi utrículo y ventrículo con sutiles frases
no se cuando mi mano se pueda volver a posar sobre la tuya

Que mas desear que tener poder sobre cuando

por ejemplo para hacerlo inmediato
y perderme en tu cuerpo en un abrazo sempiterno

por ejemplo para ralentizarlo
y en ese instante imperecedero sentir tu calor
tu energía

pero tal vez cuando no llegue jamás...

no quiero ser pesimista
los caminos han divergido
arrastro tu lazo

que a diferencia de los otros
que castran la libertad y el movimiento

éste me empuja con una sinergia increíble
me da fuerza
me estimula...
ese lazo hilado de retazos de tus imágenes
de tus sonidos
de tus miradas
de los momentos compartidos

por vos y yo

inmortalizados en mi imaginario...
son mi vos (si, vos de usted)

son el exaltar de tu presencia en mi vida,
responde a miles de imperfectos segundos pero de diafanidad real,

o de real diafanidad?

que más real que tus deliciosas imperfecciones?

Sin abrazarme a la nostalgia

te recuerdo hoy más viva que nunca
con esa sonrisa perfecta
con tu mirada que devora montañas y escala escarpados peñascos
con esa fuerza interior que me apasiona
y la incertidumbre de tus ojos cuando están tristes

Con todo el afecto que te tengo
y el respeto que te profeso
esta simplemente es una manera de decirte te quiero
un querer vivo a pesar de la distancia y lo implacable de cronos
un querer latente en tu recuerdo
estaré encantado de re-descubrirte
de re-conocerte
re-encantado con tus palabras hechizantes...
una y otra vez
en un bucle sincrónico,

una y otra vez

y entonces regreso al inicio y descubro que es posible que los hilos de nuestras vidas se regocijen entrelazándose reiterativamente una y otra vez hasta encontrar un equilibrio dinámico...

con la ventaja que
los delgados hilos
que nos unen
son lo suficientemente
fuertes
para soportar
los kilómetros
y las ausencias